Se desplazaron ante tierras abderitanas un equipo solvente, ya que la necesidad de ganar era imperiosa. Allí sólo había cuatro rivales y Rivera, que no quería jugar porque prefería ser árbitro. Yo le dije que se sentara para poder jugar los cinco tableros y así lo hizo. El caso es que no tardó mucho en volver a levantarse, ya que ganó su partida para asombro de todos, lo cierto es que le dió una lección a su rival, Sergio, que por H o por B, parece que no quiere que su equipo gane (todo esto lo digo porque Sergio debía demostrar que es infinitamente superior a su rival). En el tablero 1, jugaban dos viejos amigos: Arboledas contra Jorge y como tales firmaron la paz, no sé si por amistad o por miedo. En el segundo tablero yo contra Cristian Funes, le planteé un gambito Evans, en el que quedó muy mal parado. En la última jugada se lamentaba porque podía ganar pieza, pero lo cierto es que (viéndolo en el Fritz) me daba aún más ventaja a mí, con lo que el resultado es justo. En el tercer tablero, Juanjo tras su paso por el primer equipo, jugaba ante el fuerte jugador local, Antonio Barranco, que no le dió opción y tras un par de buenas maniobras dejó al roquetero en zug wang (o como se escriba). En la quinta mesa el pequeño Rafa, jugaba una gran partida ante Juan Fdez., planteando un gran ataque, pero que el abderitano supo defender. Al final se llegó en posición tablosa, pero al ser el único encuentro que quedaba por jugar a Rafa sólo le valía la victoria para sacar un empate de allí. Forzó y como suele suceder en estos casos, perdió. Nuestro próximo rival será Boulevar.
... soy duro, pero en esta peli,casi lloro!!!
1 comentario:
¡Ánimo para mi Rafa, la próxima es la de él!
Esperemos que no desciendan.
Y le enseñé a mi hija Ana el comentario y la foto de Barranco y riéndose me dijo: "pues sí, precisamente necesito afirmar mis conocimientos de ajedrez", ja,ja,ja,ja.
Saludos mi estimado Rafael.
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